martes, 9 de abril de 2013

Una botella verde

Siento que no estoy viviendo.
Siento que no estoy pensando.
Siento que no estoy soñando.
Sé que no sé lo que sé.
Ardo y no estoy ardiendo.
Vuelo y no estoy volando.
Amo y no estoy amando.
Muero y no estoy muriendo.
Grito y no estoy gritando.
Le pongo punto final
a tus puntos suspensivos.
Las mayúsculas lloraban.
Las minúsculas gemían.
Parían las galaxias soles
y en los pequeños planetas
los liliputienses iban y venían sin ir
a sus pobres espejismos.
Hice una pequeña hoguera
con las letras de tu nombre
y dispersé mis recuerdos
por el aire del olvido,
y al fin supe sin saber, por fin,
que al fin, mi fin y tu fin,
en la real realidad
de la realidad sin fin,
el fin del fin jamás nunca,
nunca, nunca tendrá fin. 
Ojalá me hayas leído
y ya sepas, amor mío, que el amor
viaja por la blanca espuma
al capricho de las olas
en una botella verde
que un niño arrojó un día al mar
con un mensaje cifrado
que sólo Dios y él entienden.

Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda

http://felixcasanova.blogspot.mx/2010/10/un-mensaje-en-la-botella.html



No hay comentarios.: